PRINCIPIOS INSTITUCIONALES

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• DIGNIDAD La autoconciencia de la propia dignidad y la conciencia de la igual dignidad de toda persona humana será el fundamento de todos los procesos formativos. Desde este principio se cultivan los siguientes valores: • EL AMOR:Educar en el amor desde una perspectiva cristiana significa capacitar al estudiante para que salga de sí mismo yse comprometa a hacer el bien y servir desinteresadamente a los otros sin esperar recompensa alguna, buscando la realización y felicidad de los demás. El respeto forma parte del amor; por él se empieza a amar. La amabilidad es una manera de ejercitar la capacidad de amar, a la vez que facilita a los demás maneras para que ejerzan su capacidad de amar.

• AUTO-ESTIMA: Fomentar la autoestima del estudiante es la piedra angular que le permitirá desarrollar con plenitud lo que lleva dentro, será la clave para que éste se comprenda a sí mismo y pueda comprender a los demás, es el Fundamentodel respeto y valoración de sí mismo, de la aceptación de cualidades, defectos, aciertos, desaciertos y de su capacidad de proyectarse hacia el éxito. La autoestima es la base para todo aprendizaje puesto que si está deteriorada en un estudiante éste no tendrá motivación para aprender ni tampoco encontrará sentido y significatividad a sus aprendizajes. • CREATIVIDAD: Formar un individuo que sea capaz de desarrollar ideas nuevas, originales, como también de resolver los propios problemas que se le presenten en el transcurso de su diario vivir. Para lograr esto, los adultos deben propiciar un ambiente de confianza, respeto y cooperación que promueva la iniciativa individual y colectiva bajo el criterio de respeto de los principios éticos que regulan a la sociedad. La creatividad requiere de esfuerzo, motivación, autoestima y seguridad personal, para generar alternativas que les permita expresarse sin temor a la crítica o miedo al cambio. LIBERTAD. La libertad empapa todo el actuar humano, de modo que no se concibe que se pueda ser verdaderamente humano sin ser libre. Educar en la libertad implica formar la voluntad para la autodeterminación y la toma de decisiones convenientes, en orden a la elección de un proyecto de vida, que lleve a la plenitud de la existencia humana. Desde este principio se cultivan los siguientes valores: • AUTONOMÍA: Preparar al individuo desde la infancia para la vida; es decir, un ser con criterios propios, libre, que sea capaz de emitir juicios. Los educadores deben reducir su poder como adultos favoreciendo espacios de independencia; manejo equilibrado de estímulos y refuerzos, animando al estudiante a optar por los auténticos valores morales e intelectuales. La esencia de la autonomía es que los educandos lleguen a tomar sus propias decisiones con responsabilidad y sin temor. Es fundamental para que el estudiante sea capaz de adquirir un aprendizaje autónomo. • RESPONSABILIDAD: Formar a los estudiantes infantes y jóvenes de ambos sexos en la responsabilidad implica: ayudarlos a ser capaces de responder adecuadamente frente a sus actos y deberes; capacitarlos a aceptar las consecuencias de un hecho, conducta o compromiso libremente realizado; ayudarlos a tomar conciencia que la responsabilidad los hace dignos de confianza cuando sus actos responden a sus compromisos. • DISCIPLINA:La disciplina es de vital importancia tanto para la realización de los estudiantes como para el desarrollo institucional. Fomentar una disciplina de conciencia, es enseñar al estudiante a comportarse de una manera positiva y no de una forma inaceptable. Para ello el estudiante dispondrá de unas normas Institucionales claras y precisas, de buena convivencia, de trato correcto, de saber estar y presentarse, basadas en el respeto, el amor y el diálogo en todos los niveles. Esas normas serán promulgadas por el educador sobre todo con el ejemplo vivo de su propia conducta. • LIDERAZGO: Descubrir en los estudiantes las cualidades de líder y proporcionarles orientación encaminada a cultivar en ellos las actitudes y aptitudes que potencien esta capacidad, desde una visión de futuro inspiradoraque los entusiasme. Para ello se buscará formarlos en un liderazgo en términos de servicio y no de dominio; un liderazgo sin intereses egoístas; un liderazgo que incentive e inspire; que respete en lugar de explotar la personalidad ajena. FRATERNIDAD.   La fraternidad asumida como la creación de espacios de comunión, en medio de la diversidad, se convierte en el mejor espacio para que el quehacer educativo sea también evangelizador. Desde este principio se cultivan los siguientes valores: • LA SOLIDARIDAD: Educar para la solidaridad implica un proceso de sensibilización en donde los problemas de los demás son el elemento central. Frente a esos problemas se promoverá la cooperación, la corresponsabilidad, el sentido de comunidad, fomentando en el estudiante la disposición permanente para hacer el bien frente al dolor y necesidades de las personas con dificultades económicas, psíquicas, sociales, espirituales y familiares. El estudiante solidario trabajará con los demás, al lado de los otros, en conjunto, procurando el bienestar, especialmente de los más débiles, oprimidos, marginados y empobrecidos. • JUSTICIA: Formar un estudiante capaz de emitir juicios de valor justos frente a las personas, hechos y acontecimientos. Se educa en la justicia formando la actitud de reconocer, respetar y dar al otro lo que le corresponde en derecho por su dignidad de persona humana. Se forma en la justicia permitiendo expresar el pensamiento de quien se siente lesionado en sus derechos. • TOLERANCIA. Fomentar valores que lleve a todos los integrantes de la comunidad educativa a respetar las ideas de los demás, a aceptarse como son, a asumir positivamente las diferencias individuales, a aceptar la posibilidad de los errores y equivocaciones personales y de los otros. La tolerancia es la ruta que lleva a la simpatía y a la convivencia armoniosa. LA VERDAD.   La verdad será el contenido de todos los diálogos, procesos de comunicación e investigación educativa y científica que se generen dentro del proceso formativo. El descubrimiento de la Verdad exige cultivar el SABER, EL SABER SER Y EL SABER HACER lo cual repercutirá en una auténtica proyección de la existencia humana.